¿Me estás oyendo inútil?
"Espantacacos en la entrada de Casa Presidencial". elPeriódico. 6 de abril de 2015 |
Al
sistema lo rebasan la gran cantidad de crímenes al punto de anular y su
capacidad de respuesta… o corrigiendo, sí la tiene cuando se trata de casos
denominados de alto impacto. Para esos crímenes, el andamiaje del Ministerio
Público y del Ministerio de Gobernación muestra una inusual capacidad de
investigación y en menos de 72 horas dan con los responsables. Muestra de ello
han sido las recientes capturas de los sicarios involucrados con el asesinato
de dos periodistas en Suchitepequez. Cosa que es maravillosa, pero que siempre
deja un molesto sabor de boca, porque tan valiosas son las vidas de
comunicadores como las de ciudadanos de a pie que son arrancados de sus
familias por la violencia incontrolable que azota al país.
La
capacidad del investigar casos paradigmáticos y resolverlos es otra forma de
garantizar impunidad, en tanto se logran acallar las voces de los medios de
comunicación y de la sociedad civil con una rápida respuesta de todo el aparato
de seguridad estatal, el cual normalmente se conforma con permanecer como
espectador o sistematizador cuando se trata de casos de menor envergadura. Es
decir, si a usted lo matan, será un número más en las estadísticas, una que
otra organización vociferará los datos, algún medio hará eco parcial de la
terrible situación y quien esté a la cabeza de la cartera de Gobernación se
limitará a espetar que están haciendo su “mejor esfuerzo”, cuando en realidad
están solo como suele decirse en términos coloquiales, pasando el agua…ahh y
haciendo negocios para la compra de armas, municiones y otros equipos para las
fuerzas de seguridad.
Mauricio
López Bonilla ha sido tan mal ministro de Gobernación como cualesquiera de sus
antecesores. Todos han renunciado voluntariamente
a cumplir con su labor, escudándose en el falso argumento de lo complejo que es
desarticular las estructuras del crimen organizado. Mentira digna de inútiles de propia opción,
porque sí se ha podido cuando los casos les afectan su imagen pública o la del
gobernante de turno.
Así
como resuelven los asesinatos de “personalidades”, de la misma forma la
ciudadanía espera que actúen en el asesinato de mujeres, hombres y hasta niños
que caen víctimas de los grupos delincuenciales, los cuales operan con la
certeza de la impunidad que les prodigan funcionarios del nivel de López
Bonilla.
Durante
el año de 2014, en Guatemala se registraron 5,924 muertes violentas. Estos son 148 asesinatos menos que en 2013
según datos del INACIF. Esto en datos,
nos dice que el GRAN éxito de Mauricio López Bonilla se concentra en haber
reducido de 16.63 muertes violentas diarias durante 2013 a un fabuloso 16.23 por
día. Es decir se muere un 0.4 de
persona menos al día, si es que tal cosa pudiera existir mas allá de las
expresiones numéricas.
Para
colmo de males, el año 2015 es año electoral y se dispararán los números de
muertes violentas. Así ha sido en otros procesos electorales y éste no será la
excepción. Con ello se vendrá al suelo el 0.4% de reducción obtenido y
seguiremos inmersos en esta espiral de violencia que sigue pariendo muertos.
Mauricio
López Bonilla fracasó de la mano de Otto Pérez Molina quien le ha mantenido a
mansalva en puesto de Ministro de Gobernación. Un inútil para garantizar seguridad
ciudadana, pero servil para desplegar las fuerzas del “orden público” cuando se
trata de reprimir a comunidades organizadas.
López
Bonilla se lleva bajo el brazo no solo su fracaso, sino el mito que sostenía
que solo los militares y la mano dura, podrían con la inseguridad en Guatemala.
**Fotografía: “Espanta cacos en la entrada de la casa presidencial” elPeriódico @el_Periodico. 6 de abril de 2015.
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